miércoles, 2 de septiembre de 2020

¿QUÉ ES EL DILEMA? (CONCEPTO Y EJEMPLOS MUY CLAROS) ¡DESCÚBRELOS! - WILSON TE EDUCA

 



Hoy vamos a hablar sobre una situación que es usual encontrar en la vida cotidiana: el dilema. Es importante describir esta situación y dar ejemplos de ella, para que tengas claro cuándo te enfrentas a ella y sepas como actuar o enfrentarla. En el vídeo de más arriba encontrarás una excelente explicación de este importante tema, sin embargo, toda esta información se complementará, como siempre, aquí en tu página Wilson te Educa. 

Podemos decir que un dilema es un argumento conformado por dos proposiciones opuestas, de modo tal que afirmada o negada alguna de esas dos, quedará automáticamente demostrado lo que se ha intentado probar.



Argumento formado por dos proposiciones opuestas

En este sentido el dilema supone un problema, porque irremediablemente generará una duda, por ejemplo, entre lo que profesionalmente debería hacerse con determinada cuestión y lo que por otro lado nos dicta la moral acerca de esa situación.



¿Qué es un dilema moral? Formas de abordarlo ayer y hoy…

En tanto, un dilema moral es aquella circunstancia singular en la cual cualquier decisión que se decida tomar para evitar un mal desarrollará sí o sí e inevitablemente otros tantos males.

Este estado de cosas ha sido abordado desde la antigüedad más remota, y por aquellos tiempos a aquel que podía resolver estos dilemas de manera favorable se lo reconocía y valoraba de una gran manera, y se le atribuía el mote de sabio; muchos filósofos de la antigua Grecia fueron exponentes de esta situación.

Y en la actualidad con el desarrollo y la intervención de las nuevas tecnologías en gran parte de los ámbitos humanos, especialmente en los que la sensibilidad está a flor de piel, ha generado de modo irrefrenable que el tema de los dilemas morales se vuelvan actuales e importantes de abordar para poder tomar las decisiones correctas y correspondientes de cada caso.

Por ejemplo, la bioética, ha nacido para aportar una mirada y soluciones a cuestiones inherentes a la salud.

La mejor solución a la hora de resolver un dilema moral es elegir aquella opción que implique el menor mal posible.

Por otro lado, el dilema moral suele ser presentado a través del relato de una situación especial; generalmente se trata de una narración breve, en la cual se planteará una situación posible en el ámbito de la realidad, pero que llevada a terreno moral, resulta ser por demás de conflictiva y entonces, se le solicitará a los oyentes una solución razonada, o en su defecto, un análisis de la resolución tomada por el protagonista de la historia en cuestión.

Siempre el dilema se presentará como una situación que plantea una disyuntiva, es decir, el sujeto deberá decidir sí o sí entre dos alternativas posibles, ambas factibles y totalmente aceptadas, por tanto, la persona se encontrará inmersa en una situación de difícil solución.

Uno de los usos más recurrentes del dilema es como recurso retórico.

En tanto, entre los dilemas morales existen dos tipos muy comunes: el dilema moral hipotético y el dilema moral real. En el primero se plantearán problemas abstractos, generales, de difícil correlación en la realidad, pero que al ser analizados suelen ser factibles de suceder en la vida real. Y en el segundo caso se trata de un dilema que plantea una situación altamente conflictiva, trasladada desde los aconteceres y problemas de la vida cotidiana. Se trata de hechos reales muy cercanos en cuanto a tiempo y espacio. En este último caso es mucho más factible la implicación del público, porque también es posible que ellos mismos se vean, de un instante a otro, envueltos en el mismo dilema del cual a ese tiempo son meros espectadores.


Obligación de decidirse entre dos opciones

Por otra parte, llamamos dilema también a la obligación de tener que decidir entre dos alternativas distintas.

Esta situación habitual y tradicionalmente les genera a las personas afectadas una gran problemática y ansiedad, ya que a veces las dos propuestas a elegir no se diferencian demasiado y entonces resulta aún más difícil tener que decidirse por algo.

También puede suceder que elegir una de ellas implique dejar de lado otra que también nos atrae y por supuesto esta circunstancia echará a andar la duda y la inquietud acerca de si la opción tomada fue la acertada o la mejor.

Ante estas situaciones lo mejor será tomarse un tiempo para pensar y evaluar las alternativas disponibles, porque de esta manera reduciremos el error a la hora de la elección.

Nadie está libre obviamente de equivocarse aun habiendo estudiado y analizado las propuestas pero es importante hacerlo para quedarnos tranquilos con el hecho que la decisión se pensó y no estuvo dominada por la impulsividad que es cuando normalmente se suceden las malas elecciones.




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