Italia superó el umbral de los 10.000 nuevos casos por coronavirus, lo que confirma el inexorable aumento de contagios pese a las restricciones del gobierno.
Este viernes, Italia, el primer país europeo afectado por la pandemia, ha registrado en total 391.000, casos incluyendo las 36.427 muertes. La península ha resgistrado cifras récord de nuevos casos en los últimos días y paralalemente ha aumentado el número de pruebas realizadas, más de 150.000 en las últimas 24 horas.
Las regiones más afectadas por el repunte de casos en los últimos días son Lombardía, Campania y Piamonte.
El gobierno, liderado por el primer ministro Giuseppe Conte, aprobó esta semana una serie de medidas restrictivas para frenar los brotes de coronavirus.
“Hemos entrado en una nueva fase con el aumento de los contagios por lo que se requiere más rigor”, explicó Conte.
Las nuevas medidas restrictivas incluyen la prohibición de fiestas privadas, horarios más rígidos para bares y restaurantes y se limita el número de invitados en casa a seis personas.
Asimismo, las bodas y bautizos deben contar con un máximo de 30 invitados y el uso de la mascarilla, aún al aire libre, es obligatorio en todo el país, de no acatar las órdenes implementadas por el gobierno, recibirán una multa hasta de 1.000 euros.
Según la prensa italiana, el gobierno estudia la posibilidad de seguir el ejemplo de Francia y establecer un toque de queda a partir de las 22h locales.
Por su parte, Conte instó esta semana a los italianos a respetar las nuevas reglas, “sigamos las recomendaciones, es un servicio que hacemos a nuestro país”, dijo.
El gobierno está muy preocupado por la situación y quiere evitar un nuevo confinamiento para todo el país debido a las consecuencias que tendría para la tercera economía de la eurozona, ya fuertemente afectada.
“Cerrar todo sería demasiado perjudicial en un moemento en que la economía comienza a mostrar señales de recuparación”, aseguró Conte al margen del Consejo Europeo de Bruselas, citado por el diario II Corriere della Sera.
Se estudia también el cierre de colegios, cuyos alumnos pasarían a estudiar a distancia y suspender las actividades que representen riesgos de promiscuidad, en particular los gimnasios, cines, teatros y salones de belleza.
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