La reina no participaba de un acto público presencial desde hacía siete meses, y para ello, se desplegó un estricto protocolo de bioseguridad dada la avanzada edad de la monarca.
En medio de una creciente tensión en Europa por la evidencia de un nuevo brote de coronavirus, y en época en la que los gobiernos de los países el viejo continente han comenzado a imponer nuevas medidas para mitigar la expansión viral, la reina Isabel II de Inglaterra, sorprendió con su regreso a los actos públicos, luego de siete meses de confinamiento por la pandemia.
Este jueves, la monarca, de 94 años de edad, asistió a un laboratorio militar, en compañía de su nieto, y segundo en la línea de sucesión al trono, el príncipe William.
Durante su participación en el acto público, la reina compartió con expertos científicos del laboratorio de Porton Down, según las autoridades británicas, una de las menos golpeadas por el covid en el Reino Unido.
Estos científicos actualmente adelantan estudios referentes al virus pandémico y también son los responsables de la identificación del denominado agente neurotóxico Novichok, según investigaciones, usado para el asesinato del exespía ruso Serguéi Skripal en 2018 y, que, según los científicos y médicos alemanes, fue usado para el intento de asesinato por envenenamiento al líder opositor ruso Alexéi Navalni, en hechos ocurridos a comienzo del 2020 en Siberia.
Precisamente, el gobierno en Londres señaló en su momento a Rusia del asesinato del exespía, generando una crisis diplomática entre las dos potencias europeas, considerada por los expertos por el momento más tenso de las relaciones bilaterales desde el final de la denominada Guerra Fría, en la segunda mitad del siglo pasado.
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Durante la salida de la reina Isabel II, su cuerpo de seguridad tomó medidas especiales para el cuidado de su salud, protocolo que incluso incluyó la práctica de pruebas de contagio de covid a todas las personas que interactuaron con la reina y su nieto durante el evento.
Durante la salida de la reina Isabel II, su cuerpo de seguridad tomó medidas especiales para el cuidado de su salud, protocolo que incluso incluyó la práctica de pruebas de contagio de covid a todas las personas que interactuaron con la reina y su nieto durante el evento.
La monarca lució sin mascarilla, en un acto que rompió con la extendida cuarentena que sostuvo al interior de la residencia real, y que comenzó en el mes de marzo.
La salida de la reina Isabel II despertó la curiosidad de los medios internacionales, debido a que la dirigente, la más longeva del mundo, y con mayor permanencia en el trono, es considerada como miembro de la población vulnerable frente al covid, dada su avanzada edad.
Incluso, al interior de la familia real británica, se presentó un caso de contagio de covid, resultando afectado el príncipe Carlos, quien, con 71 años, es el heredero directo al trono.
Carlos, quien ya superó la parte más sensible de la enfermedad, aún presentaría secuelas de la enfermedad, y permanece en gradual recuperación.
Durante la cuarentena, la reina Isabel II ya había participado de un acto público, no obstante, lo había hecho a través de una videollamada, en un acto sin precedentes.
Se estima que, a la fecha, en el territorio británico, 43.000 personas han fallecido por razones relacionadas al contagio de coronavirus.
CREDITOS PARA: NoticiasRCN.com
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